Antes de continuar con el segundo capítulo, voy a describir describir a mis hijas, algo que olvidé hacerlo y lo solicitaron en uno de los comentarios.
Daniela: 1.65 mts de estatura, en el momento del relato tiene catorce años y está a punto de cumplir quince, delgada, con un cuerpo muy bien formado, una cintura pequeña y unas caderas perfectas, que llaman la atención pero no llegan a ser exageradas, sus senos son normales tirando a pequeños pero muy muy apetecibles, piel blanca, cabello castaño claro que le llega hasta media espalda y una carita de niña buena y traviesa, eso es lo más excitante en ella, su rostro de niña inocente.
Ale: 1.53, delgada, en el momento del relato tiene trece años, cabello castaño oscuro, piel blanca, caderas pequeñas pero con un culo respingón (de los que forman una hermosa curva cuando la ves de perfil), senos medianos (más grandes que los de Daniela) y al ser ella tan delgada se le ven grandes, rostro hermoso pero con expresión de niña asustada y unos ojitos verdes que hipnotizan.
Yuli: 1.50, bastante delgada, en el momento del relato tiene doce años, de piel trigueña, es decir que no es tan blanca como sus hermanas mayores, pero tampoco es morena. Cabello castaño oscuro, es de contextura delgada y su estatura la hacen ver pequeña y menudita, sus senos van a ser grandes, es lo que más resalta de su cuerpo, aunque ahora mismo son más bien pequeños, como del tamaño de una naranja, pero sobresalen de su pequeño cuerpo. Aún no tiene las caderas desarrolladas, más bien es delgada de sus nalgas y piernas. Su rostro es delgado y alargado, un rostro de niña, y unos ojos de mirada triste, su rostro es bonito pero siempre con una expresión como si la hubiesen regañado.
Dulce: la más pequeña de mis hijas, en el momento del relato tiene 11 años, 1.42 mts de estatura, delgada, apenas desarrollándose, cabello castaño oscuro, sus senos empiezan a aparecer, aún son pequeños, aún no tiene caderas desarrolladas, pero tiene un culito respingón que le sobresale, como su hermana Ale, su rostro es de niña tierna y ciertamente lo es.
Yo: Cabello negro, de piel trigueño, ojos negros, 1.83 mts de estatura, formido, no soy gordo, pero en mi juventud hice mucho deporte y pesas así que tengo una amplia caja toráxica y espalda ancha, y una bendita dotación de 21 cm en erección.
Capítulo II
Dormía plácidamente y empecé a tener un sueño, estaba nuevamente en la tienda de ropa con Daniela, nuevamente estaba sentado en el sofá y Daniela salió del probador con el vestido azul pero ya sin la parte de abajo, es decir con el vestido corto.
Daniela: Papi te gusta?
Yo: Si mi amor, me gusta mucho, te ves preciosa
Daniela se empieza a acercar a mi, y se sienta en mis piernas, de lado
Daniela: Este es su precio papi
Yo: eso es mucho dinero hija, creo que mejor eliges otro
Daniela se para y se vuelve a sentar encima de mi, pero ahora mirándome, con las piernas cada una al lado de las mías y colocando su vagina justo encima de mi pene que ya estaba más que duro.
Daniela: papi por favor cómpramelo y te lo agradeceré mucho
Mientras me decía esto bajó su mano y me bajó el cierre del pantalón, metió su mano y sacó mi pene
Yo: si hija te lo compraré
Agarré a Daniela de las nalgas y le acaricié todo el culo y me di cuenta que ésta vez no llevaba ropa interior, ni siquiera esa pequeña que tenía en la tienda, le apreté las nalgas y se las separé, esto hizo que sus labios vaginales se separen también, abriéndola así para poder penetrarla, al mismo tiempo la levanté un poco y ella acomodó mi pene justo debajo de su vagina y de un solo empujón se dejó caer ensartándose totalmente en mi verga.
Daniela: Ahhhhhhhhhhhh papitooo
Yo: Danielaaa hijaaa qué haces
Daniela: ahhh te estoy agradeciendo ayyyyyy el vestido papi
Mi hija saltaba sobre mi metiéndo y sacando mi pene de su vagina, y gemía gemía mucho
Daniela: Papiiii auuuu ahhhh hace tiempo quería que me cogieras ahhhhhh
Ahora Daniela saltaba más rápido sobre mi pene y se soltaba de golpe, con desesperación y gemía fuerte muy fuerte, se veía que lo gozaba
Yo: ahhh Hija, uuufff no pensé que fueses así
Daniela: ahhhh ayyyy ahhhh así cómo papi?? Ahhhhhhh así de puta?? Ahhhhh
Cuando dijo eso aceleró aún más sus saltos y yo estaba a punto de correrme.
Yo: si hija si ahhh no pensé que fueses tan puta ahhhh que rico hija ahhhhh siempre pensé que eras una niña ahhhhhhh inocente ufff sin malicia
Mientras le decía esto le empecé a dar nalgadas
Daniela: papi si si pégame ayyyyyy ahhhhhh soy tuya papi soy tu puta ahhhhh tuya papi
Yo: si hija si eres mía eres mi puta, mi putita
Le seguía dando nalgadas más fuertes, en ese momento sentí como Daniela doblaba su espalda hacia atrás y se soltaba mientras gritaba su orgasmo, si no la hubiese sujetado se habría caído.
Daniela: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh papaaaaaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhh
Daniela se corrió y al terminar se abrazó a mi
Daniela: Papi eso fue muy rico, pero tú aún no te has corrido
Daniela se bajó de mi y se puso de rodillas en el piso, inclinó la cabeza, abrió la boca y empezó a besarme el pene, besaba la cabeza de mi pene y bajaba por el tronco hasta mis testículos que también los besó, subió besándolos nuevamente y al llegar a la cabeza empezó a meterla en su boca. Sentía sus labios húmedos apretando el glande de mi pene y como iba entrando más en su boca y sentía su lengua acariciando mi glande. Wow era increíble.
De pronto me desperté, era un sueño, pero había algo raro, ya estaba despierto sin embargo aún sentía como una boca húmeda succionaba mi pene, aún sentía como una lengua hacía círculos en mi glande cada vez que mi pene salía de esa boca, aún sentía como unos labios recorrían el largo de mi pene apretándolo entre ellos, no era un sueño? En realidad mi hija Daniela me estaba chupando el pene?
Me levanté un poco y vi una cabeza de cabello largo moviéndose encima de mi pene.
Yo: Hija que rico lo haces Dan… Ale?
No era Daniela quien me hacía esa deliciosa mamada, era Ale, que me estaba chupando la verga e hizo que soñara con Daniela.
Ale: hola papi (sacándose el pene de su boca para luego continuar con semejante mamada)
Yo: Hija que rico
Miré el reloj eran 5:40 am
Yo: Hija hace cuanto estás aquí
Ale: Pa ... pi dse ce vnte mnntos (trataba de hablar sin sacar mi verga de su boca)
Yo: jajaja Hija no seas maleducada, te he dicho desde pequeña que no se habla con la boca llena, no te entendí nada
Ale: si papi (sacándose mi verga de su boca), te decía que estoy aquí desde hace 20 minutos, tienes el sueño muy pesado papi, primero te estaba masturbando y repetías el nombre de Daniela, acaso estabas teniendo un sueño erótico con la monja de mi hermana?
Yo: eh dije su nombre?
Ale: Si papi, decías su nombre ( y se volvía a meter mi pene en su boca ) papi eres un pervertido, te quiere follar a otra de tus hijas, y además decías “putita”, En tu sueño le decías putita a Daniela?
Yo: Si hija, te confieso que si, me la quiero follar y si le decía putita en el sueño, ahhhhhhh (Ale me succionó la verga muy rico). Ale que rico ahhhhh
Ale: papi dame leche papito quiero tomar leche
Yo: Si hija te voy a llenar la boca de leche, sigue sigue, ahhh asi asi putita asi que rico chupas hija
Mi hija me chupaba la verga como experta, estaba a punto de correrme estaba que ya no aguantaba más, sentía como mi pene palpitaba y se hinchaba y mi niña succionaba con más entusiasmo, de ratos se lo sacaba de la boca y empezaba a darse pequeños golpes en su rostro con mi verga y seguía chupando, seguía haciendome sentir un placer extremo, ver mi verga cubriendo toda su carita pequeña cuando se daba de golpes con ella, era muy excitante.
Estaba demasiado caliente, así que le agarré la cabeza y empecé a mover su cabeza con mis manos, la hacía moverse muy rapido, eso hacía que mi verga saliera y entrara muy rapido de su boca, y ya no podía más, empuje fuerte mi verga hasta que entró hasta donde pudo, chocano con su garganta y ahí me corrí entre gritos
Yo: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh toma puta tomate mi leche ahhhhhhhhhhhhhhhhh, si ahhhhhhhhhhhhh que rico putita que ricooooo
Varios chorros de leche salieron disparados directo en su garganta, sentía cómo mi hija hacía un gran esfuerzo para tragar todo sin ahogarse aún con mi verga tan adentro de su boca. Dejé de apretar y saqué un poco de mi verga y mi hija pudo respirar. se sacó mi verga y me miró sonriéndome, una sonrisa hermosa en ese rostro casi infantil. Difícil de imaginar lo que acabámos de hacer.
Ale: Papáaaa eso fue muy pervertido, me hiciste mojar mucho, me gustas así rudo papi
Yo: Hija es que me pones muy caliente, lo chupas riquisimo
Ale: Papi fóllame
Yo: ponte en cuatro mi amor
Ale me miró y sonrió e inmediatamente se puso en cuatro, bajó su cabeza hasta que apoyó su cara en la cama y levantó su culito lo más que pudo, con las piernas lo suficientemente separadas para dejarme apreciar su hermosa vagina que se abría. La miré un momento, su vagina depilada con esos bonitos labios abriéndose para mi. Me arrodille sobre la cama y acerqué mi cara a su vagina, estaba vuelto loco al tener su vagina tan cerca de mi boca, saqué la lengua y empecé a pasarla por toda su vagina, quería recorrerla toda, movía mi lengua de abajo hacia arriba, empezando en su clítoris (por la posición) y terminando justo debajo de su ano.
Ale: ahhh Papiiiiii que rico sigue sigue papi ahhhhhh
Ale gemía de gusto, y empujaba su vagina hacia mi cara, yo metía un poco mi lengua y chupaba su vagina, empecé a acariciar sus nalgas y a separarlas mientras seguía moviendo mi lengua en su vagina, ahora la movía en círculos y cuando pasaba por su clítoris lo empujaba, sentía su vagina muy mojada, una mezcla entre mi saliva y sus jugos.
Ale: ahhhhhhhh ayyyyy papiii eso es demasiado rico papaa ahhhhh
Ale empezó a correrse en mi boca, podía sentir como le latía su conchita y como se mojaba mucho más de lo que ya estaba y yo seguía lamiendole la vagina
Ale: ahhhhhhhhhhhh yaaaaaa papi papi ahhhhhh me corrooooooo
Ale se quebaja medio tapándose la boca para que sus gemidos y gritos no se escuchen por toda la casa, cuando terminó de correrse me ubiqué de rodillas detrás de ella, apunte mi pene a su vagina y sin dejarle mucho tiempo para recuperarse la agarré de las caderas y de un solo golpe empujé fuerte mi pene en su vagina, entró todo mi pene en un solo empujón.
Ale: Ahhhhmmmmmmmmmmmmmmmmm
Mi hija se mordió la mano para no gritar por la sorpresa, y yo empecé a entrar y salir de su vagina, me movía rápido, fuerte, quería castigarla.
Ale: Ahhhhh ahhhhh ayyyyyy auuuu ahhhhhh papiiiii ahhhhhhhhh ahhhhhhhhh auuuu ouuuch ahhhhhh ahhhhh ayyyyyyyyyyyy papaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhh ahhhhhhh aaahhhhhhhhhhh
Yo: Hija no sabes como me gusta cogerte, me encanta, toma toma, te gusta hija? te gusta?
seguía penetrándola con fuerza, y agarraba sus nalgas y las apretaba y las separaba, en un momento al separar sus nalgas vi su ano, lo vi tan apetecible y mientras la seguía penetrando ensalivé mi dedo medio de mi mano derecha y empecé a metérselo en el ano, para mi sorpresa mi dedo entró sin encontrar resistencia, en ese momento Ale brincó y soltó un gemido
Ale: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
empecé a penetrar su vagina con más fuerza y al mismo tiempo a mover mi dendo en su ano, lo metía y lo sacaba y lo giraba mientras penetraba su ano
Ale: ahhhhhhhh ayyyyyyyy ahhhhhhhhhhhhhhhh papppiiiiiiiii
Yo: Hija te gusta pequeña? te gusta?
Ale: ayyyyy siiiiiiiiiiiiiii si si papi si siiiiiiiiiiiiii me gusta mucho ahhhhhhhhhhhhhh
la penetraba con fuerza saqué el dedo de su ano y lo junté con el dedo índice y los puse en la entrada de su ano nuevamente, empujé con fuerza, con mucha fuerza
Ale: ayyyyyyyyyyyyyy ahhhhhhhhhhhhhh papiiiiiiiiiiiiiiiii eso dolióoooooo
Seguí penetrándola con fuerza en su vagina y seguí metiendo ahora mis 2 dedos en su ano, con fuerza
Yo: Hija, mis dedos entran fácilmente en tu ano
Ale: Siiiiii papiiiii ahhhhhhhhhhhhhhhh se siente rico muy rico ahhhhhhhhhhhhhhhhh
Saqué mi pene y mis dedos y puse la cabeza de mi pene en la entrada de su ano
Ale: sigue papi no te detengas
Yo: Hija
Ale: Dime papi
Yo: tu tío ya te lo metió por el culo?
Ale: si papá, a mi tío le gusta mucho metérmelo por el culo
Al escuchar eso me llené de irá y empujé muy fuerte mi pene, abriéndome paso por su ano que aún se sentía estrecho, el empujón fue muy fuerte y entró todo mi pene en su culo, intuyendo el grito que iba a dar le tapé la boca rápidamente.
Ale: uuhhhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Yo: Eres una perra Ale eres una putaaa
Seguí penetrándole el culo con furia y mantenía mi mano en su boca para evitar que se escuchen sus gritos, la penetraba fuerte muy fuerte, quería que sintiera dolor, quería que sufriera por puta
Yo: te gusta puta? te gusta? te gusta que te follen? te gusta la verta de papá?
le quité la mano de la boca y seguí penetrándola
Ale: ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhh si si si me gusta papi me gusta que me folles me gusta tu verga
Yo: si putita si, se nota que te gusta ahhhhhh tienes un culo muy rico putita
Ale: ahhhhhh ayyyyyyyyyyyyy ahhhhhhhhhhh si papi es tuyo es tuyo papiiii ahhhhhhh soy tuya soy tu puta ahhhhhh
seguí penetrándola fuerte y rápido y mi hija gritaba de gusto
Ale: ahhhhhhh papaaaaaaaaa esto es ricooo ahhhhhhhhhh
Yo: ahhhhh si si hija si es muy rico ahhhh putita me voy a correr
Ale: si papi si si córrete córrete en mi culooooo ayyyy papiiii
Yo: Hijaaaaaaaaaaaa ahhhhhh
me corrí en su culo, mi hija curvó la espalda subiendo su cabeza y empezó a tener un orgasmo, se mordía los labios y apretaba los ojos y la oí gemir, un gemido apagado y profundo.
Ale: uuhhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
la dejé terminar de correrse y depronto se desplomó en la cama, su cabeza y sus hombros calleron contra la cama pero mantuvo su culo levantado, entonces saqué mi pene de su culo y ahora si mi pequeña se desplomó totalmente en la cama
Al levantarme todo se me vino a la mente, lo que habíamos hecho, lo que me dijo acerca de lo que había hecho con su tío y me enojé, me regresó la ira.
Yo: vete a tu cuarto Ale antes de que tus hermanas despierten, en un rato tenemos que irnos a la escuela, levántate y ve a tu cuarto sin hacer ruido, no quiero que se despierten tus hermanas.
Ale se levantó y caminó rumbo a su cuarto, caminaba incómoda, se veía adolorida. me acosté y me dormí rápidamente
miércoles, 27 de abril de 2016
viernes, 8 de abril de 2016
Mis hijas y el sexo – Capitulo 1
Me casé joven, cuando tenía
26 años, con una hermosa mujer, ella de 20 años, me encantaba mi mujer porque
era una adicta al sexo, una ninfómana, quería estar teniendo sexo todo el
tiempo y yo porsupuesto no podía negarle sus deseos, de toda esta pasión a los
2 años de casados tuvimos a nuestra primera hija, Daniela, una hermosa niña,
desde ahí tuvimos casi una hija por año, así nacieron Alejandra, Yuli y Dulce,
en ese momento decidí operarme para ya no tener más hijos. Desde ahí vivimos
unos años felices, hasta que 5 años después en un fatídico accidente de auto mi
esposa falleció. Fue muy triste pero tenía a mis 4 hijas de nueve, ocho, seis y
cinco años y yo con 37. Me entregué totalmente a mis hijas y a mi trabajo, por
lo que no volví a tener ninguna relación amorosa con nadie.
Así pasaron los años y mis
hijas iban creciendo, de pronto a mis 43 años me encontré con que Daniela
estaba a punto de cumplir quince años y estábamos en los preparativos para su
fiesta, Alejandra con trece, Yuli doce y Dulce once . Mis hijas son muy
apegadas a mí, me adoran y no tenemos secretos entre nosotros, o al menos eso
creía. Me tomé unos días libres para organizar la fiesta de mi hija, el ser el
dueño de una pequeña empresa me permite estas ventajas. Así que ahí estaba yo
acompañando a mi hermosa hija Daniela, es verdad, aún no la he descrito, ella
mide 1.65, delgada, con un cuerpo muy bien formado, una cintura pequeña y unas
caderas perfectas, que llaman la atención pero no llegan a ser exageradas, sus
senos son normales tirando a pequeños pero muy muy apetecibles, cabello castaño
claro y una carita de niña buena y traviesa que me mata cada vez que la miro. Íbamos de un lado a otro abrazados, era mi
pequeña, mi niña, mi nenita. De ratos
mientras caminábamos me tomaba de la mano, como si fuésemos, novios pero a mi
me pareció un gesto tierno y sin malicia.
Llegamos a una tienda de
vestidos y se metió a probarse algunos modelos para elegir el que usaría en su
fiesta, era una tienda muy exclusiva, así que no tenía los típicos probadores
donde hay que hacer fila para entrar a probarse la ropa, sino más bien, me
pidió que la acompañara la parte de atrás donde están los probadores, era un
corredor que tenía unas 8 puertas, 4 de cada lado, abrimos una puerta y
entramos a un pequeño cuarto de 4 x 4 mts, que se dividía en 2 espacios
separados por una pared y una puerta que no llegaban hasta lo alto del techo.
Entramos y me senté en el
sofá mientras mi hija se metió al pequeño probador con los 5 vestidos que había
elegido para probarse y alguna otra ropa que había ido tomando en el recorrido
por la tienda. Un momento después salió
mi hija con un vestido rosa que a mi parecer le quedaba precioso.
Daniela: Papi te gusta?
Yo: Si hija te ves hermosa
Daniela: Mira papi se quita
la parte de abajo y se hace vestido pequeño
Mi hija se quitó la parte de
abajo y quedó con un vestido que le
llegaba justo arriba de las rodillas.
Yo: Te queda muy bien hija,
te ves hermosa
Daniela: A mi me parece muy
largo papi, deja me pruebo otro
Y entró nuevamente al pequeño
probador, yo pensaba que el vestido ya estaba corto, así que me sorprendió que
dijera que era muy largo. Minutos
después salió con un precioso vestido azul, se veía radiante.
Daniela: te gusta este papi?
Yo: si hija ese me gusta más,
te ves como toda una princesa
Daniela: mira papi este
también se le quita la parte de abajo
Mi hija se quitó la parte de
abajo del vestido y se quedó con un pequeño vestido que apenas le tapaba 5
dedos por debajo de las nalgas. Se giró
despacio para que la viera bien.
Yo: Hija no te parece muy
corto?
Daniela: no papi está
perfecto, así es la moda no seas anticuado.
Papito me lo compras?
Miré la etiqueta y casi me
caigo del sofá al ver el precio.
Yo: Hija es muy caro, eso
está fuera del presupuesto
Daniela: papi porfa
comprámelo
Daniela se sentó en mis
piernas y la falda del vestido quedó de tal manera que sus piernas y nalgas
tenían contacto directo con mis piernas (debajo de mi pantalón) y sentía la
redondez de sus nalgas en mis piernas, mi hija me abrazó y se inclinó hacia mi,
lo que hizo que levante un poco el culo y su nalga derecha quede más levantada,
mi hija había dejado abierta la puerta del probador y se veía el espejo que
estaba ahí y en su reflejo veía a mi hija abrazandome y mostrándome parte de su
trasero que parecía no llevar ropa interior.
Yo: Si hija está bien lo
compraremos (le dije para que ya se bajara de mis piernas)
Se bajó y fue nuevamente al
probador pero vio que su blusa estaba en el suelo y se agachó para recogerla,
se agachó dándome la espalda y casi sin doblar las rodillas, así que pude ver
su hermoso trasero, y me había equivocado, si llevaba ropa interior, pero era
tipo tanga, y no le cubría nada de sus nalgas.
Inmediatamente me empecé a excitar y me puse nervioso, así que me paré y
salí del cuarto.
Yo: Hija te espero aquí
afuera, date prisa
Daniela: Si papi me cambio
rápido
Salimos de la tienda con su
vestido, Daniela estaba feliz y eso me hacía feliz. Yo iba pensando en lo que había pasado y en
como me había sentido, me había excitado con mi hija, con mi niña, cómo podía
ser posible eso? Tal vez porque llevaba muchos años sin tener sexo, pero era mi
hija. La miré y me di cuenta lo hermosa
que era.
Llegamos a casa y salieron
corriendo Dulce y Yuli, Dulce me abrazó fuertemente cogandose en mi cuello y
rodeándome con las iernas y yo abracé a mi pequeña.
Dulce: Papiiii!!!!!!
Yo: Mi niña cómo estás
Dulce: bien papi te extrañaba
Yo: ya estoy aquí mi amor
Yuli: Papito hola yo también
te extrañé (mientras me abrazaba)
Yo: mi amor hola
Entramos a la casa y pasamos
el día muy normal.
En la noche después de cenar
me dispuse a ver televisión, así que me senté en el sofá grande de la sala, con
las luces apagadas y el televisor encendido mientras mis hijas estaban en el
segundo piso en sus respectivas habitaciones.
Veía un programa sin importancia cuando empecé a recordar lo sucedido en
la mañana en la tienda de ropa, recordé como mi hija se sentó en mis piernas y
lo suave y turgente que se sentía su culo en mis piernas, me excité nuevamente,
llevaba shorts y sin ropa interior (así acostumbro a estar en casa) así que
solo metí mi mano debajo del short, saqué mi pene y me empecé a masturbar recordando
a mi hija cuando se agachó y pude disfrutar viendo ese culo perfecto que
tiene. Estaba masturbándome imaginándome
que tenía a mi hija ahí conmigo, con ese mismo vestido de la tienda, pero sin
ropa interior y sentada en mis piernas dándome la espalda, con las piernas
separadas, yo desnudo y mi verga sobresaliéndole entre las piernas, ella
moviéndose frotando así su vagina con mi verga.
En eso estaba cuando escucho pasos bajando las escaleras, rápidamente
metí mi pene en el short.
Daniela: Papí qué ves?
Yo: nada hija, solo cambio
canales, no hay nada interesante
Daniela: puedo ver contigo?
Yo: si mi amor claro,
siéntate
Daniela se sentó justo a mi
lado, llevaba un pijama de vestido corto, sin mangas. Se sentó muy pegada a mi y puso su cabeza en
mi hombro, así que la abracé, al inclinarse se le subió un poco el pijama,
dejándome ver sus muslos.
Sus piernas rozaban las mías
y sentía el calor de ellas. La
abracé y le acariciaba el brazo mientras
habíamos dejado un canal con una película.
Estaba muy excitado al tener a mi hija así tan cerca sintiendo la piel
de sus piernas y brazos, la besé en la cabeza y la apreté hacia mi.
Daniela: Papi me gusta que me
abraces así, me siento protegida
Yo: a mi me gusta abrazarte
mi amor
La beso en la frente con
mucha ternura y ahora la abrazo con mis dos brazos, con el brazo derecho
acaricio su costado y su cintura, y con mi brazo izquierdo acaricio su brazo
desde su hombro bajando hasta su mano, sintiendo su suave piel. Mi hija solo se acercaba a mi y se acomodaba
como una niñita buscando protección.
Yo: te quiero mucho hijita
Daniela: y yo a ti papi te
quiero mucho
Ahora besaba a mi hija en su
mejilla y en su nariz, mi mano izquierda acariciaba su rodilla y mi mano
derecha acariciaba su cadera por encima de su vestido de pijama. Seguía dándole besos en su mejilla y
acariciaba su pierna subiendo por la parte exterior de su muslo derecho, mi
mano ya acariciaba por debajo de su vestido.
Daniela: Papi que lindo eres,
me gusta que me engrías así y que me hagas esos cariños me siento bien papi
Yo: que bueno hija, a mi me
gusta darte cariño
En mi mente pensaba si mi
hija estaba jugando a que no se daba cuenta de lo que pasaba o realmente era
tan inocente e ingenua como parecía en ese momento para no saber que le estaba
metiendo mano.
Empecé a besarla más cerca de
los labios, sin llevar a besarla en la boca, solo cerca y mi mano izquierda
ahora estaba entre sus piernas y acariciaba su pierna izquierda, la rodilla y
subía por la parte interna de su muslo, subía y bajaba por su muslo sin llegar
más allá, no quería asustarla y quería prolongar ese incestuoso momento.
Con las yemas de mis dedos
subía desde su rodilla, por su muslo, frotándolo suavemente hasta casi llegar a
su vagina y justo antes de llegar regresaba despacio hasta su rodilla. Empezaba a sentir su respiración más agitada
y yo estaba muy excitado.
Daniela: Papi me siento rara
Yo: no te gusta que te de
besitos y te haga cariños hija?
Daniela: si papi si me gusta
mucho, solo que me siento rara, nunca antes me habías dado tantos besitos y
esos cariños.
Yo: Hija es que te quiero
muchísimo y así es como los adultos demostramos lo mucho que queremos a
alguien.
De pronto escuché un ruido
Ale: Qué haces papi?
Me sorprendió mucho ver a mi
hija Ale ahí parada viéndonos, inmediatamente dejé de abrazar y tocar a Daniela
y me senté tratando de que no se note el bulto que tenía en el short.
Daniela: Mi papi me daba
cariño Ale, solo eso, me demostraba cuanto me quiere.
Yo: Si Ale, veíamos una
película aquí sentados, y le decía a mi hija cuanto la quiero.
Ale: Aaahhh ya, Daniela,
Dulce no puede dormir y quiere que le cuenten un cuento, y a mi no me gusta
contar cuentos, mejor ve tú.
Daniela: Si Ale, yo voy. Papi me gustó mucho que me des cariño, te amo
Yo: Si hija yo también te amo
Daniela subió y Ale se quedó
ahí de pie mirándome, se le veía una sonrisa, yo sabía que Ale había visto como
tocaba a Daniela, y Ale es muy despierta, desde pequeña dejó de creer en cosas
de niñas y se comporta como adulta, así que ella seguro sabía bien lo que le
hacía a su hermana.
Ale vestía un pijama de short
corto y blusa de tirantes, se acercó y se sentó en mis piernas, de lado, y me
abrazó por el cuello.
Ale: Papi, a mí no me
quieres? (con voz de niñita regañada)
Yo: Si hija por supuesto que
te quiero
Ale: Entonces por qué a mí
nunca me has hecho esos cariños?
Ale empezó a acariciar mi
rostro y a darme besos en la frente, luego bajó a mi nariz y de repente me besó
en la boca. Primero me sorprendí y no
hice nada, pero ella seguía besándome, entonces respondí a su beso, y la empecé
a besar con pasión así como ella me besaba a mí, me besaba con mucha pasión,
con mucha lujuria, me comía la boca y me hacía sentir un placer que nunca antes
había sentido.
Estaba muy sorprendido de mi
pequeña niña de trece años supiera besar de esa manera. Ale se acomodó en mis piernas, ahora estaba
sentada en mis piernas pero mirándome, y con sus piernas al lado de las
mías. La abracé de su cintura y la
atraje hacia mi, seguía besándola, pero ahora podía sentir su vagina encima de
mi pene que estaba muy duro, ella se empezó a mover, hacia adelante y atrás,
frotando su vagina con mi pene, masturbándose conmigo sobre la ropa. Le agarré de sus nalgas y las apreté, le
ayudaba a moverse, ahora lo hacía en círculos y me tenía al borde de la locura,
excitado hasta el límite.
Ale: Papi me tienes muy
caliente y siento tu verga muy dura y la quiero adentro papi, quiero tu verga
adentro de mi.
Yo: Hija estás segura?
Ale: Si papá, estoy segura
Ale bajó su mano y la metió
dentro de mi short, sacó mi pene y me empezó a masturbar
Ale: papá, es muy grande, me
gusta mucho.
Yo levante su blusa y
aparecieron sus senos desnudos, sus senos se veían preciosos, empecé a besarlos
y a chuparlos, ella gemía de gusto y seguía masturbándome. Ale se puso de pie, pensé que se estaba
arrepintiendo, pero empezó a bajarse el short hasta quitárselo, lo mismo hizo
con su blusa, estaba desnuda frente a mi, se acercó y se acomodó encima de mí,
mirándome, yo seguía con el pene afuera, lo agarró y lo guió a la entrada de su
vagina, y empezó a bajar poco a poco.
Yo: Hija
Ale: Papá, tranquilo, no soy
virgen
Me sorprendí pero al mismo
tiempo entendí por qué a pesar de solo tener trece años podía ser tan seguro en
un momento así. Ale fue bajando hasta
tener todo mi pene dentro, que sin querer presumir la naturaleza me favoreció
con 21 cm de largo y 4 cm de diámetro, me quedé mirando el rostro de mi hija
mientras se iba metiendo mi pene, tenía los ojos cerrados y su rostro era de
placer pleno, cuando por fin lo tuvo todo adentro abrió los ojos y me quedó
mirando.
Ale: papá lo siento muy
adentro, lo siento enorme, me siento muy llena
Yo: hija siento muy rico en
tu vagina, me tienes muy caliente
Mi hija empezó a moverse,
subiendo y bajando sobre mi pene y yo empecé a besar su cuello y sus hombros,
se los mordía y seguía bajando hacia sus senos, empecé a chupárselos, le
chupaba los pezones y los mordia despacio.
Ale se movía lento, subía y bajaba lento, como queriendo disfrutar cada
centímetro de mi pene en su vagina.
Ale: papá, ahhhh… siento muy
rico, me llenas toda, siento que me abres mucho, ahhhh… me encanta.
Yo: y a mi me encanta hija,
me gusta mucho penetrarte
Ale: Ahhhhhhhhhhh papi siiiii
ahhhhhhh me gustaaaaa ahhhhhhh siento toda ahhhh tu verga adentro
Mi hija empezó a moverse
rápido, subía y bajaba más rápido y se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos
al chocar junto con el sonido de su vagina, que por lo que oía y sentía estaba
muy mojada.
Ale: papiiii ahhhhhhhhh
ayyyyyyyy papaaaa que rico ahhhhhh
Yo: hijaaa si ahhhh que rico
mi amor siiiiii hija pero no grites que tus hermanas nos escucharán
Ale: ahhhhhhhh papiii no
puedo evitarlo ahhhh me gusta me gusta ahhhhhh
Subía y bajaba más rápido y
cada vez más fuerte, subía hasta casi sacrse los 21 cm, se quedaba en la punta
y se soltaba dejándose caer con fuerza, ensartándose ella misma todo mi pene y
gritando de placer. Tuve que taparle la boca con la mano para evitar que mis
otras hijas se despierten y me encuentren follándome a su hermana
Yo: hija no grites ufff hija
que rico te mueves
Ale: mmmm ahh ammm (seguía
gimiendo aún con mi mano tapándole la boca)
Ale se movía con violencia
sobre mi pene como si quisiera que mi pene la traspase aún más, siguió así
hasta que empezó a gemir más rápido y sentí su cuerpo temblar. Se estaba corriendo, en ese momento mi
excitación fue tanta que no pude contenerme y me empecé a correr dentro de mi
hija, fue una sensación única, y sabía que me haría adicto a esta sensación en
ese momento de placer solté la boca de mi hija
Ale: papiiiii ahhhhh me
corroooooo ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhh papaaaaaaaa
Yo: hijaaaa yo también me
corroo ahhhhhh hija ahhhh
Ambos terminamos muy
agitados, con la respiración cortada, y al parecer nuestros gritos habían
despertado a nuestras hijas, de pronto Yuli nos habló desde el segundo piso
Yuli: papá? Qué fue eso?
Yo: Hija nada, es que se le
subió mucho el volumen al televisor
Yuli: ah ya, ya duerme papi
es tarde
Yo: si hija ya iré a dormir
Pasado el susto mi hija Ale se vistió y me dio un beso
Ale: gracias papi fue
riquísimo
Yo: Ale eres muy caliente,
desde cuando no eres virgen?
Ale: desde los once papi
Yo: cómo? Y quién te
desvirgó?
Ale: mi tío, tu hermano mayor
Yo: qué?
Ale: tranquilo papi, no me
violó ni nada de eso, yo quise hacerlo, otro día te cuento, no arruinemos esta
noche, ahora ya iré a dormir pero tenemos que repetirlo muchas veces papi
Yo: si hija, claro que quiero
repetirlo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)