miércoles, 27 de abril de 2016

Mis hijas y el sexo – Capítulo II

Antes de continuar con el segundo capítulo, voy a describir describir a mis hijas, algo que olvidé hacerlo y lo solicitaron en uno de los comentarios.

Daniela: 1.65 mts de estatura, en el momento del relato tiene catorce años y está a punto de cumplir quince, delgada, con un cuerpo muy bien formado, una cintura pequeña y unas caderas perfectas, que llaman la atención pero no llegan a ser exageradas, sus senos son normales tirando a pequeños pero muy muy apetecibles, piel blanca, cabello castaño claro que le llega hasta media espalda y una carita de niña buena y traviesa, eso es lo más excitante en ella, su rostro de niña inocente.

Ale: 1.53, delgada, en el momento del relato tiene trece años, cabello castaño oscuro, piel blanca, caderas pequeñas pero con un culo respingón (de los que forman una hermosa curva cuando la ves de perfil), senos medianos (más grandes que los de Daniela) y al ser ella tan delgada se le ven grandes, rostro hermoso pero con expresión de niña asustada y unos ojitos verdes que hipnotizan.

Yuli: 1.50, bastante delgada, en el momento del relato tiene doce años, de piel trigueña, es decir que no es tan blanca como sus hermanas mayores, pero tampoco es morena. Cabello castaño oscuro, es de contextura delgada y su estatura la hacen ver pequeña y menudita, sus senos van a ser grandes, es lo que más resalta de su cuerpo, aunque ahora mismo son más bien pequeños, como del tamaño de una naranja, pero sobresalen de su pequeño cuerpo. Aún no tiene las caderas desarrolladas, más bien es delgada de sus nalgas y piernas. Su rostro es delgado y alargado, un rostro de niña, y unos ojos de mirada triste, su rostro es bonito pero siempre con una expresión como si la hubiesen regañado.

Dulce: la más pequeña de mis hijas, en el momento del relato tiene 11 años, 1.42 mts de estatura, delgada, apenas desarrollándose, cabello castaño oscuro, sus senos empiezan a aparecer, aún son pequeños, aún no tiene caderas desarrolladas, pero tiene un culito respingón que le sobresale, como su hermana Ale, su rostro es de niña tierna y ciertamente lo es.

Yo: Cabello negro, de piel trigueño, ojos negros, 1.83 mts de estatura, formido, no soy gordo, pero en mi juventud hice mucho deporte y pesas así que tengo una amplia caja toráxica y espalda ancha, y una bendita dotación de 21 cm en erección.

Capítulo II

Dormía plácidamente y empecé a tener un sueño, estaba nuevamente en la tienda de ropa con Daniela, nuevamente estaba sentado en el sofá y Daniela salió del probador con el vestido azul pero ya sin la parte de abajo, es decir con el vestido corto.

Daniela: Papi te gusta?

Yo: Si mi amor, me gusta mucho, te ves preciosa

Daniela se empieza a acercar a mi, y se sienta en mis piernas, de lado

Daniela: Este es su precio papi

Yo: eso es mucho dinero hija, creo que mejor eliges otro

Daniela se para y se vuelve a sentar encima de mi, pero ahora mirándome, con las piernas cada una al lado de las mías y colocando su vagina justo encima de mi pene que ya estaba más que duro.

Daniela: papi por favor cómpramelo y te lo agradeceré mucho

Mientras me decía esto bajó su mano y me bajó el cierre del pantalón, metió su mano y sacó mi pene

Yo: si hija te lo compraré

Agarré a Daniela de las nalgas y le acaricié todo el culo y me di cuenta que ésta vez no llevaba ropa interior, ni siquiera esa pequeña que tenía en la tienda, le apreté las nalgas y se las separé, esto hizo que sus labios vaginales se separen también, abriéndola así para poder penetrarla, al mismo tiempo la levanté un poco y ella acomodó mi pene justo debajo de su vagina y de un solo empujón se dejó caer ensartándose totalmente en mi verga.

Daniela: Ahhhhhhhhhhhh papitooo

Yo: Danielaaa hijaaa qué haces

Daniela: ahhh te estoy agradeciendo ayyyyyy el vestido papi

Mi hija saltaba sobre mi metiéndo y sacando mi pene de su vagina, y gemía gemía mucho

Daniela: Papiiii auuuu ahhhh hace tiempo quería que me cogieras ahhhhhh

Ahora Daniela saltaba más rápido sobre mi pene y se soltaba de golpe, con desesperación y gemía fuerte muy fuerte, se veía que lo gozaba

Yo: ahhh Hija, uuufff no pensé que fueses así

Daniela: ahhhh ayyyy ahhhh así cómo papi?? Ahhhhhhh así de puta?? Ahhhhh

Cuando dijo eso aceleró aún más sus saltos y yo estaba a punto de correrme.

Yo: si hija si ahhh no pensé que fueses tan puta ahhhh que rico hija ahhhhh siempre pensé que eras una niña ahhhhhhh inocente ufff sin malicia

Mientras le decía esto le empecé a dar nalgadas

Daniela: papi si si pégame ayyyyyy ahhhhhh soy tuya papi soy tu puta ahhhhh tuya papi

Yo: si hija si eres mía eres mi puta, mi putita

Le seguía dando nalgadas más fuertes, en ese momento sentí como Daniela doblaba su espalda hacia atrás y se soltaba mientras gritaba su orgasmo, si no la hubiese sujetado se habría caído.

Daniela: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh papaaaaaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhh

Daniela se corrió y al terminar se abrazó a mi

Daniela: Papi eso fue muy rico, pero tú aún no te has corrido

Daniela se bajó de mi y se puso de rodillas en el piso, inclinó la cabeza, abrió la boca y empezó a besarme el pene, besaba la cabeza de mi pene y bajaba por el tronco hasta mis testículos que también los besó, subió besándolos nuevamente y al llegar a la cabeza empezó a meterla en su boca. Sentía sus labios húmedos apretando el glande de mi pene y como iba entrando más en su boca y sentía su lengua acariciando mi glande. Wow era increíble.

De pronto me desperté, era un sueño, pero había algo raro, ya estaba despierto sin embargo aún sentía como una boca húmeda succionaba mi pene, aún sentía como una lengua hacía círculos en mi glande cada vez que mi pene salía de esa boca, aún sentía como unos labios recorrían el largo de mi pene apretándolo entre ellos, no era un sueño? En realidad mi hija Daniela me estaba chupando el pene?

Me levanté un poco y vi una cabeza de cabello largo moviéndose encima de mi pene.

Yo: Hija que rico lo haces Dan… Ale?

No era Daniela quien me hacía esa deliciosa mamada, era Ale, que me estaba chupando la verga e hizo que soñara con Daniela.

Ale: hola papi (sacándose el pene de su boca para luego continuar con semejante mamada)

Yo: Hija que rico

Miré el reloj eran 5:40 am

Yo: Hija hace cuanto estás aquí

Ale: Pa ... pi dse ce vnte mnntos (trataba de hablar sin sacar mi verga de su boca)

Yo: jajaja Hija no seas maleducada, te he dicho desde pequeña que no se habla con la boca llena, no te entendí nada

Ale: si papi (sacándose mi verga de su boca), te decía que estoy aquí desde hace 20 minutos, tienes el sueño muy pesado papi, primero te estaba masturbando y repetías el nombre de Daniela, acaso estabas teniendo un sueño erótico con la monja de mi hermana?

Yo: eh dije su nombre?

Ale: Si papi, decías su nombre ( y se volvía a meter mi pene en su boca ) papi eres un pervertido, te quiere follar a otra de tus hijas, y además decías “putita”, En tu sueño le decías putita a Daniela?

Yo: Si hija, te confieso que si, me la quiero follar y si le decía putita en el sueño, ahhhhhhh (Ale me succionó la verga muy rico). Ale que rico ahhhhh

Ale: papi dame leche papito quiero tomar leche

Yo: Si hija te voy a llenar la boca de leche, sigue sigue, ahhh asi asi putita asi que rico chupas hija
Mi hija me chupaba la verga como experta, estaba a punto de correrme estaba que ya no aguantaba más, sentía como mi pene palpitaba y se hinchaba y mi niña succionaba con más entusiasmo, de ratos se lo sacaba de la boca y empezaba a darse pequeños golpes en su rostro con mi verga y seguía chupando, seguía haciendome sentir un placer extremo, ver mi verga cubriendo toda su carita pequeña cuando se daba de golpes con ella, era muy excitante.

Estaba demasiado caliente, así que le agarré la cabeza y empecé a mover su cabeza con mis manos, la hacía moverse muy rapido, eso hacía que mi verga saliera y entrara muy rapido de su boca, y ya no podía más, empuje fuerte mi verga hasta que entró hasta donde pudo, chocano con su garganta y ahí me corrí entre gritos

Yo: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh toma puta tomate mi leche ahhhhhhhhhhhhhhhhh, si ahhhhhhhhhhhhh que rico putita que ricooooo

Varios chorros de leche salieron disparados directo en su garganta, sentía cómo mi hija hacía un gran esfuerzo para tragar todo sin ahogarse aún con mi verga tan adentro de su boca. Dejé de apretar y saqué un poco de mi verga y mi hija pudo respirar. se sacó mi verga y me miró sonriéndome, una sonrisa hermosa en ese rostro casi infantil. Difícil de imaginar lo que acabámos de hacer.

Ale: Papáaaa eso fue muy pervertido, me hiciste mojar mucho, me gustas así rudo papi

Yo: Hija es que me pones muy caliente, lo chupas riquisimo

Ale: Papi fóllame

Yo: ponte en cuatro mi amor

Ale me miró y sonrió e inmediatamente se puso en cuatro, bajó su cabeza hasta que apoyó su cara en la cama y levantó su culito lo más que pudo, con las piernas lo suficientemente separadas para dejarme apreciar su hermosa vagina que se abría. La miré un momento, su vagina depilada con esos bonitos labios abriéndose para mi. Me arrodille sobre la cama y acerqué mi cara a su vagina, estaba vuelto loco al tener su vagina tan cerca de mi boca, saqué la lengua y empecé a pasarla por toda su vagina, quería recorrerla toda, movía mi lengua de abajo hacia arriba, empezando en su clítoris (por la posición) y terminando justo debajo de su ano.

Ale: ahhh Papiiiiii que rico sigue sigue papi ahhhhhh

Ale gemía de gusto, y empujaba su vagina hacia mi cara, yo metía un poco mi lengua y chupaba su vagina, empecé a acariciar sus nalgas y a separarlas mientras seguía moviendo mi lengua en su vagina, ahora la movía en círculos y cuando pasaba por su clítoris lo empujaba, sentía su vagina muy mojada, una mezcla entre mi saliva y sus jugos.

Ale: ahhhhhhhh ayyyyy papiii eso es demasiado rico papaa ahhhhh

Ale empezó a correrse en mi boca, podía sentir como le latía su conchita y como se mojaba mucho más de lo que ya estaba y yo seguía lamiendole la vagina

Ale: ahhhhhhhhhhhh yaaaaaa papi papi ahhhhhh me corrooooooo

Ale se quebaja medio tapándose la boca para que sus gemidos y gritos no se escuchen por toda la casa, cuando terminó de correrse me ubiqué de rodillas detrás de ella, apunte mi pene a su vagina y sin dejarle mucho tiempo para recuperarse la agarré de las caderas y de un solo golpe empujé fuerte mi pene en su vagina, entró todo mi pene en un solo empujón.

Ale: Ahhhhmmmmmmmmmmmmmmmmm

Mi hija se mordió la mano para no gritar por la sorpresa, y yo empecé a entrar y salir de su vagina, me movía rápido, fuerte, quería castigarla.

Ale: Ahhhhh ahhhhh ayyyyyy auuuu ahhhhhh papiiiii ahhhhhhhhh ahhhhhhhhh auuuu ouuuch ahhhhhh ahhhhh ayyyyyyyyyyyy papaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhh ahhhhhhh aaahhhhhhhhhhh

Yo: Hija no sabes como me gusta cogerte, me encanta, toma toma, te gusta hija? te gusta?
seguía penetrándola con fuerza, y agarraba sus nalgas y las apretaba y las separaba, en un momento al separar sus nalgas vi su ano, lo vi tan apetecible y mientras la seguía penetrando ensalivé mi dedo medio de mi mano derecha y empecé a metérselo en el ano, para mi sorpresa mi dedo entró sin encontrar resistencia, en ese momento Ale brincó y soltó un gemido

Ale: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

empecé a penetrar su vagina con más fuerza y al mismo tiempo a mover mi dendo en su ano, lo metía y lo sacaba y lo giraba mientras penetraba su ano

Ale: ahhhhhhhh ayyyyyyyy ahhhhhhhhhhhhhhhh papppiiiiiiiii

Yo: Hija te gusta pequeña? te gusta?

Ale: ayyyyy siiiiiiiiiiiiiii si si papi si siiiiiiiiiiiiii me gusta mucho ahhhhhhhhhhhhhh

la penetraba con fuerza saqué el dedo de su ano y lo junté con el dedo índice y los puse en la entrada de su ano nuevamente, empujé con fuerza, con mucha fuerza

Ale: ayyyyyyyyyyyyyy ahhhhhhhhhhhhhh papiiiiiiiiiiiiiiiii eso dolióoooooo

Seguí penetrándola con fuerza en su vagina y seguí metiendo ahora mis 2 dedos en su ano, con fuerza

Yo: Hija, mis dedos entran fácilmente en tu ano

Ale: Siiiiii papiiiii ahhhhhhhhhhhhhhhh se siente rico muy rico ahhhhhhhhhhhhhhhhh

Saqué mi pene y mis dedos y puse la cabeza de mi pene en la entrada de su ano

Ale: sigue papi no te detengas

Yo: Hija

Ale: Dime papi

Yo: tu tío ya te lo metió por el culo?

Ale: si papá, a mi tío le gusta mucho metérmelo por el culo

Al escuchar eso me llené de irá y empujé muy fuerte mi pene, abriéndome paso por su ano que aún se sentía estrecho, el empujón fue muy fuerte y entró todo mi pene en su culo, intuyendo el grito que iba a dar le tapé la boca rápidamente.

Ale: uuhhhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Yo: Eres una perra Ale eres una putaaa

Seguí penetrándole el culo con furia y mantenía mi mano en su boca para evitar que se escuchen sus gritos, la penetraba fuerte muy fuerte, quería que sintiera dolor, quería que sufriera por puta

Yo: te gusta puta? te gusta? te gusta que te follen? te gusta la verta de papá?

le quité la mano de la boca y seguí penetrándola

Ale: ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhh si si si me gusta papi me gusta que me folles me gusta tu verga

Yo: si putita si, se nota que te gusta ahhhhhh tienes un culo muy rico putita

Ale: ahhhhhh ayyyyyyyyyyyyy ahhhhhhhhhhh si papi es tuyo es tuyo papiiii ahhhhhhh soy tuya soy tu puta ahhhhhh

seguí penetrándola fuerte y rápido y mi hija gritaba de gusto

Ale: ahhhhhhh papaaaaaaaaa esto es ricooo ahhhhhhhhhh

Yo: ahhhhh si si hija si es muy rico ahhhh putita me voy a correr

Ale: si papi si si córrete córrete en mi culooooo ayyyy papiiii

Yo: Hijaaaaaaaaaaaa ahhhhhh

me corrí en su culo, mi hija curvó la espalda subiendo su cabeza y empezó a tener un orgasmo, se mordía los labios y apretaba los ojos y la oí gemir, un gemido apagado y profundo.

Ale: uuhhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

la dejé terminar de correrse y depronto se desplomó en la cama, su cabeza y sus hombros calleron contra la cama pero mantuvo su culo levantado, entonces saqué mi pene de su culo y ahora si mi pequeña se desplomó totalmente en la cama

Al levantarme todo se me vino a la mente, lo que habíamos hecho, lo que me dijo acerca de lo que había hecho con su tío y me enojé, me regresó la ira.

Yo: vete a tu cuarto Ale antes de que tus hermanas despierten, en un rato tenemos que irnos a la escuela, levántate y ve a tu cuarto sin hacer ruido, no quiero que se despierten tus hermanas.

Ale se levantó y caminó rumbo a su cuarto, caminaba incómoda, se veía adolorida. me acosté y me dormí rápidamente

viernes, 8 de abril de 2016

Mis hijas y el sexo – Capitulo 1

Me casé joven, cuando tenía 26 años, con una hermosa mujer, ella de 20 años, me encantaba mi mujer porque era una adicta al sexo, una ninfómana, quería estar teniendo sexo todo el tiempo y yo porsupuesto no podía negarle sus deseos, de toda esta pasión a los 2 años de casados tuvimos a nuestra primera hija, Daniela, una hermosa niña, desde ahí tuvimos casi una hija por año, así nacieron Alejandra, Yuli y Dulce, en ese momento decidí operarme para ya no tener más hijos. Desde ahí vivimos unos años felices, hasta que 5 años después en un fatídico accidente de auto mi esposa falleció. Fue muy triste pero tenía a mis 4 hijas de nueve, ocho, seis y cinco años y yo con 37. Me entregué totalmente a mis hijas y a mi trabajo, por lo que no volví a tener ninguna relación amorosa con nadie.

Así pasaron los años y mis hijas iban creciendo, de pronto a mis 43 años me encontré con que Daniela estaba a punto de cumplir quince años y estábamos en los preparativos para su fiesta, Alejandra con trece, Yuli doce y Dulce once . Mis hijas son muy apegadas a mí, me adoran y no tenemos secretos entre nosotros, o al menos eso creía. Me tomé unos días libres para organizar la fiesta de mi hija, el ser el dueño de una pequeña empresa me permite estas ventajas. Así que ahí estaba yo acompañando a mi hermosa hija Daniela, es verdad, aún no la he descrito, ella mide 1.65, delgada, con un cuerpo muy bien formado, una cintura pequeña y unas caderas perfectas, que llaman la atención pero no llegan a ser exageradas, sus senos son normales tirando a pequeños pero muy muy apetecibles, cabello castaño claro y una carita de niña buena y traviesa que me mata cada vez que la miro.  Íbamos de un lado a otro abrazados, era mi pequeña, mi niña, mi nenita.  De ratos mientras caminábamos me tomaba de la mano, como si fuésemos, novios pero a mi me pareció un gesto tierno y sin malicia.

Llegamos a una tienda de vestidos y se metió a probarse algunos modelos para elegir el que usaría en su fiesta, era una tienda muy exclusiva, así que no tenía los típicos probadores donde hay que hacer fila para entrar a probarse la ropa, sino más bien, me pidió que la acompañara la parte de atrás donde están los probadores, era un corredor que tenía unas 8 puertas, 4 de cada lado, abrimos una puerta y entramos a un pequeño cuarto de 4 x 4 mts, que se dividía en 2 espacios separados por una pared y una puerta que no llegaban hasta lo alto del techo.

Entramos y me senté en el sofá mientras mi hija se metió al pequeño probador con los 5 vestidos que había elegido para probarse y alguna otra ropa que había ido tomando en el recorrido por la tienda.  Un momento después salió mi hija con un vestido rosa que a mi parecer le quedaba precioso.

Daniela: Papi te gusta?

Yo: Si hija te ves hermosa

Daniela: Mira papi se quita la parte de abajo y se hace vestido pequeño

Mi hija se quitó la parte de abajo y quedó con un vestido que  le llegaba justo arriba de las rodillas.

Yo: Te queda muy bien hija, te ves hermosa

Daniela: A mi me parece muy largo papi, deja me pruebo otro

Y entró nuevamente al pequeño probador, yo pensaba que el vestido ya estaba corto, así que me sorprendió que dijera que era muy largo.  Minutos después salió con un precioso vestido azul, se veía radiante.

Daniela: te gusta este papi?

Yo: si hija ese me gusta más, te ves como toda una princesa

Daniela: mira papi este también se le quita la parte de abajo

Mi hija se quitó la parte de abajo del vestido y se quedó con un pequeño vestido que apenas le tapaba 5 dedos por debajo de las nalgas.  Se giró despacio para que la viera bien.

Yo: Hija no te parece muy corto?

Daniela: no papi está perfecto, así es la moda no seas anticuado.  Papito me lo compras?

Miré la etiqueta y casi me caigo del sofá al ver el precio.

Yo: Hija es muy caro, eso está fuera del presupuesto

Daniela: papi porfa comprámelo

Daniela se sentó en mis piernas y la falda del vestido quedó de tal manera que sus piernas y nalgas tenían contacto directo con mis piernas (debajo de mi pantalón) y sentía la redondez de sus nalgas en mis piernas, mi hija me abrazó y se inclinó hacia mi, lo que hizo que levante un poco el culo y su nalga derecha quede más levantada, mi hija había dejado abierta la puerta del probador y se veía el espejo que estaba ahí y en su reflejo veía a mi hija abrazandome y mostrándome parte de su trasero que parecía no llevar ropa interior.

Yo: Si hija está bien lo compraremos (le dije para que ya se bajara de mis piernas)

Se bajó y fue nuevamente al probador pero vio que su blusa estaba en el suelo y se agachó para recogerla, se agachó dándome la espalda y casi sin doblar las rodillas, así que pude ver su hermoso trasero, y me había equivocado, si llevaba ropa interior, pero era tipo tanga, y no le cubría nada de sus nalgas.  Inmediatamente me empecé a excitar y me puse nervioso, así que me paré y salí del cuarto.

Yo: Hija te espero aquí afuera, date prisa

Daniela: Si papi me cambio rápido

Salimos de la tienda con su vestido, Daniela estaba feliz y eso me hacía feliz.  Yo iba pensando en lo que había pasado y en como me había sentido, me había excitado con mi hija, con mi niña, cómo podía ser posible eso? Tal vez porque llevaba muchos años sin tener sexo, pero era mi hija.   La miré y me di cuenta lo hermosa que era.

Llegamos a casa y salieron corriendo Dulce y Yuli, Dulce me abrazó fuertemente cogandose en mi cuello y rodeándome con las iernas y yo abracé a mi pequeña.

Dulce: Papiiii!!!!!!

Yo: Mi niña cómo estás

Dulce: bien papi te extrañaba

Yo: ya estoy aquí mi amor

Yuli: Papito hola yo también te extrañé (mientras me abrazaba)

Yo: mi amor hola

Entramos a la casa y pasamos el día muy normal.

En la noche después de cenar me dispuse a ver televisión, así que me senté en el sofá grande de la sala, con las luces apagadas y el televisor encendido mientras mis hijas estaban en el segundo piso en sus respectivas habitaciones.  Veía un programa sin importancia cuando empecé a recordar lo sucedido en la mañana en la tienda de ropa, recordé como mi hija se sentó en mis piernas y lo suave y turgente que se sentía su culo en mis piernas, me excité nuevamente, llevaba shorts y sin ropa interior (así acostumbro a estar en casa) así que solo metí mi mano debajo del short, saqué mi pene y me empecé a masturbar recordando a mi hija cuando se agachó y pude disfrutar viendo ese culo perfecto que tiene.  Estaba masturbándome imaginándome que tenía a mi hija ahí conmigo, con ese mismo vestido de la tienda, pero sin ropa interior y sentada en mis piernas dándome la espalda, con las piernas separadas, yo desnudo y mi verga sobresaliéndole entre las piernas, ella moviéndose frotando así su vagina con mi verga.  En eso estaba cuando escucho pasos bajando las escaleras, rápidamente metí mi pene en el short.

Daniela: Papí qué ves?

Yo: nada hija, solo cambio canales, no hay nada interesante

Daniela: puedo ver contigo?

Yo: si mi amor claro, siéntate

Daniela se sentó justo a mi lado, llevaba un pijama de vestido corto, sin mangas.  Se sentó muy pegada a mi y puso su cabeza en mi hombro, así que la abracé, al inclinarse se le subió un poco el pijama, dejándome ver sus muslos.

Sus piernas rozaban las mías y sentía el calor de ellas.  La abracé  y le acariciaba el brazo mientras habíamos dejado un canal con una película.  Estaba muy excitado al tener a mi hija así tan cerca sintiendo la piel de sus piernas y brazos, la besé en la cabeza y la apreté hacia mi.

Daniela: Papi me gusta que me abraces así, me siento protegida

Yo: a mi me gusta abrazarte mi amor

La beso en la frente con mucha ternura y ahora la abrazo con mis dos brazos, con el brazo derecho acaricio su costado y su cintura, y con mi brazo izquierdo acaricio su brazo desde su hombro bajando hasta su mano, sintiendo su suave piel.  Mi hija solo se acercaba a mi y se acomodaba como una niñita buscando protección.

Yo: te quiero mucho hijita

Daniela: y yo a ti papi te quiero mucho

Ahora besaba a mi hija en su mejilla y en su nariz, mi mano izquierda acariciaba su rodilla y mi mano derecha acariciaba su cadera por encima de su vestido de pijama.  Seguía dándole besos en su mejilla y acariciaba su pierna subiendo por la parte exterior de su muslo derecho, mi mano ya acariciaba por debajo de su vestido.

Daniela: Papi que lindo eres, me gusta que me engrías así y que me hagas esos cariños me siento bien papi

Yo: que bueno hija, a mi me gusta darte cariño

En mi mente pensaba si mi hija estaba jugando a que no se daba cuenta de lo que pasaba o realmente era tan inocente e ingenua como parecía en ese momento para no saber que le estaba metiendo mano.

Empecé a besarla más cerca de los labios, sin llevar a besarla en la boca, solo cerca y mi mano izquierda ahora estaba entre sus piernas y acariciaba su pierna izquierda, la rodilla y subía por la parte interna de su muslo, subía y bajaba por su muslo sin llegar más allá, no quería asustarla y quería prolongar ese incestuoso momento.

Con las yemas de mis dedos subía desde su rodilla, por su muslo, frotándolo suavemente hasta casi llegar a su vagina y justo antes de llegar regresaba despacio hasta su rodilla.  Empezaba a sentir su respiración más agitada y yo estaba muy excitado.

Daniela: Papi me siento rara

Yo: no te gusta que te de besitos y te haga cariños hija?

Daniela: si papi si me gusta mucho, solo que me siento rara, nunca antes me habías dado tantos besitos y esos cariños.

Yo: Hija es que te quiero muchísimo y así es como los adultos demostramos lo mucho que queremos a alguien.
De pronto escuché un ruido

Ale: Qué haces papi?

Me sorprendió mucho ver a mi hija Ale ahí parada viéndonos, inmediatamente dejé de abrazar y tocar a Daniela y me senté tratando de que no se note el bulto que tenía en el short.

Daniela: Mi papi me daba cariño Ale, solo eso, me demostraba cuanto me quiere.

Yo: Si Ale, veíamos una película aquí sentados, y le decía a mi hija cuanto la quiero.

Ale: Aaahhh ya, Daniela, Dulce no puede dormir y quiere que le cuenten un cuento, y a mi no me gusta contar cuentos, mejor ve tú.

Daniela: Si Ale, yo voy.  Papi me gustó mucho que me des cariño, te amo

Yo: Si hija yo también te amo

Daniela subió y Ale se quedó ahí de pie mirándome, se le veía una sonrisa, yo sabía que Ale había visto como tocaba a Daniela, y Ale es muy despierta, desde pequeña dejó de creer en cosas de niñas y se comporta como adulta, así que ella seguro sabía bien lo que le hacía a su hermana.

Ale vestía un pijama de short corto y blusa de tirantes, se acercó y se sentó en mis piernas, de lado, y me abrazó por el cuello.

Ale: Papi, a mí no me quieres? (con voz de niñita regañada)

Yo: Si hija por supuesto que te quiero

Ale: Entonces por qué a mí nunca me has hecho esos cariños?

Ale empezó a acariciar mi rostro y a darme besos en la frente, luego bajó a mi nariz y de repente me besó en la boca.  Primero me sorprendí y no hice nada, pero ella seguía besándome, entonces respondí a su beso, y la empecé a besar con pasión así como ella me besaba a mí, me besaba con mucha pasión, con mucha lujuria, me comía la boca y me hacía sentir un placer que nunca antes había sentido.

Estaba muy sorprendido de mi pequeña niña de trece años supiera besar de esa manera.  Ale se acomodó en mis piernas, ahora estaba sentada en mis piernas pero mirándome, y con sus piernas al lado de las mías.  La abracé de su cintura y la atraje hacia mi, seguía besándola, pero ahora podía sentir su vagina encima de mi pene que estaba muy duro, ella se empezó a mover, hacia adelante y atrás, frotando su vagina con mi pene, masturbándose conmigo sobre la ropa.  Le agarré de sus nalgas y las apreté, le ayudaba a moverse, ahora lo hacía en círculos y me tenía al borde de la locura, excitado hasta el límite.

Ale: Papi me tienes muy caliente y siento tu verga muy dura y la quiero adentro papi, quiero tu verga adentro de mi.

Yo: Hija estás segura?

Ale: Si papá, estoy segura

Ale bajó su mano y la metió dentro de mi short, sacó mi pene y me empezó a masturbar

Ale: papá, es muy grande, me gusta mucho.

Yo levante su blusa y aparecieron sus senos desnudos, sus senos se veían preciosos, empecé a besarlos y a chuparlos, ella gemía de gusto y seguía masturbándome.  Ale se puso de pie, pensé que se estaba arrepintiendo, pero empezó a bajarse el short hasta quitárselo, lo mismo hizo con su blusa, estaba desnuda frente a mi, se acercó y se acomodó encima de mí, mirándome, yo seguía con el pene afuera, lo agarró y lo guió a la entrada de su vagina, y empezó a bajar poco a poco.

Yo: Hija

Ale: Papá, tranquilo, no soy virgen

Me sorprendí pero al mismo tiempo entendí por qué a pesar de solo tener trece años podía ser tan seguro en un momento así.  Ale fue bajando hasta tener todo mi pene dentro, que sin querer presumir la naturaleza me favoreció con 21 cm de largo y 4 cm de diámetro, me quedé mirando el rostro de mi hija mientras se iba metiendo mi pene, tenía los ojos cerrados y su rostro era de placer pleno, cuando por fin lo tuvo todo adentro abrió los ojos y me quedó mirando.

Ale: papá lo siento muy adentro, lo siento enorme, me siento muy llena

Yo: hija siento muy rico en tu vagina, me tienes muy caliente

Mi hija empezó a moverse, subiendo y bajando sobre mi pene y yo empecé a besar su cuello y sus hombros, se los mordía y seguía bajando hacia sus senos, empecé a chupárselos, le chupaba los pezones y los mordia despacio.  Ale se movía lento, subía y bajaba lento, como queriendo disfrutar cada centímetro de mi pene en su vagina.

Ale: papá, ahhhh… siento muy rico, me llenas toda, siento que me abres mucho, ahhhh… me encanta.

Yo: y a mi me encanta hija, me gusta mucho penetrarte

Ale: Ahhhhhhhhhhh papi siiiii ahhhhhhh me gustaaaaa ahhhhhhh siento toda ahhhh tu verga adentro

Mi hija empezó a moverse rápido, subía y bajaba más rápido y se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos al chocar junto con el sonido de su vagina, que por lo que oía y sentía estaba muy mojada.

Ale: papiiii ahhhhhhhhh ayyyyyyyy papaaaa que rico ahhhhhh

Yo: hijaaa si ahhhh que rico mi amor siiiiii hija pero no grites que tus hermanas nos escucharán

Ale: ahhhhhhhh papiii no puedo evitarlo ahhhh me gusta me gusta ahhhhhh

Subía y bajaba más rápido y cada vez más fuerte, subía hasta casi sacrse los 21 cm, se quedaba en la punta y se soltaba dejándose caer con fuerza, ensartándose ella misma todo mi pene y gritando de placer. Tuve que taparle la boca con la mano para evitar que mis otras hijas se despierten y me encuentren follándome a su hermana

Yo: hija no grites ufff hija que rico te mueves

Ale: mmmm ahh ammm (seguía gimiendo aún con mi mano tapándole la boca)

Ale se movía con violencia sobre mi pene como si quisiera que mi pene la traspase aún más, siguió así hasta que empezó a gemir más rápido y sentí su cuerpo temblar.  Se estaba corriendo, en ese momento mi excitación fue tanta que no pude contenerme y me empecé a correr dentro de mi hija, fue una sensación única, y sabía que me haría adicto a esta sensación en ese momento de placer solté la boca de mi hija

Ale: papiiiii ahhhhh me corroooooo ahhhhhhhhhhhhh ahhhhhhhhhh papaaaaaaaa

Yo: hijaaaa yo también me corroo ahhhhhh hija ahhhh

Ambos terminamos muy agitados, con la respiración cortada, y al parecer nuestros gritos habían despertado a nuestras hijas, de pronto Yuli nos habló desde el segundo piso

Yuli: papá? Qué fue eso?

Yo: Hija nada, es que se le subió mucho el volumen al televisor

Yuli: ah ya, ya duerme papi es tarde

Yo: si hija ya iré a dormir

Pasado el susto  mi hija Ale se vistió y me dio un beso

Ale: gracias papi fue riquísimo

Yo: Ale eres muy caliente, desde cuando no eres virgen?

Ale: desde los once papi

Yo: cómo? Y quién te desvirgó?

Ale: mi tío, tu hermano mayor

Yo: qué?

Ale: tranquilo papi, no me violó ni nada de eso, yo quise hacerlo, otro día te cuento, no arruinemos esta noche, ahora ya iré a dormir pero tenemos que repetirlo muchas veces papi

Yo: si hija, claro que quiero repetirlo

Ale subió a su habitación, yo apagué el televisor y subí a la mía, me acosté y trataba de dormir pero no podía, solo pensaba y pensaba en lo sucedido, Ale no era virgen, y lo había hecho con su tío, pero qué le iba a reclamar a él? Si yo también me la cogí siendo mi hija, qué le iba a decir? Que por qué de me adelantó?, igual tenía que hablar con él después, en ese momento solo pensaba en que había tenido sexo con mi hija y no estaba arrepentido al contrario quería volverlo a hacer, y por otro lado Daniela que me volvía loco y soñaba con poseerla, con hacerla sentir mi pene dentro de ella, con ver su carita de niña buena transformándose en lujuria.  Mi vida iba a cambiar, y estaba feliz.